Si cree que su vehículo puede tener un problema relacionado con el turbo, no se precipite al sustituirlo: los daños en el turbo a menudo son síntoma de un problema subyacente, y no el problema en sí, por lo que es posible la reparación del turbo.
La falta de potencia, ruidos durante el funcionamiento, humo o consumo de aceites excesivos, pueden ser consecuencia de un fallo en el sistema de inyección de combustible, un filtro de aire atascado o bloqueado, daños en el sistema de escape o un problema de lubricación. Por lo tanto, antes de cambiar el turbo, haga un diagnóstico siguiendo esta lista de comprobaciones en caso de observar: